Cervezas de Verano: Los Estilos más Estivales

Aunque hoy en día estamos acostumbrados a tener todo tipo de productos durante todo el año, hubo un tiempo en que nuestros consumos dependían de la estación que tocase. La climatología y la disponibilidad de materias primas condicionaban el tener al alcance distintos tipos de cervezas.

Cervezas de Verano: Los Estilos más Estivales
Con motivo de la entrada "real" del verano, que para muchos coincide con las vacaciones del mes de julio, os traemos unos ejemplos de cervezas propias de esta estación, para que las toméis en los días más cálidos del año (o cuando os apetezca, vamos, que están ricas siempre).

Saison

El propio nombre del estilo ya indica su estacionalidad. Estas cervezas, provenientes de la región belga de Valonia, se elaboraban en los meses fríos del año, cuando no había actividad en el campo y los agricultores disponían de tiempo libre. Eran consumidas por los temporeros (saisoniers) que hacían la cosecha en verano.

Típicamente, las Saison eran bajas en alcohol (para no afectar a los trabajadores), lupuladas (para aguantar una prolongada guarda desde el invierno en que se elaboraba hasta el verano en que se consumía) y secas por su levadura, para evitar la inestabilidad que podía dar al producto y para hacerla menos empalagosa (de nuevo, estaba pensada para gente que tenía que trabajar).

Summer Ale

La Brewer’s Association reconoce este estilo como propio desde hace apenas 30 años. Randy Mosher fija como primer ejemplo de estas cervezas la "Summer Lightning" de la microcervecería británica Hop Back.

El estilo es sencillo: malta Maris Otter y algo de Pilsen (para obtener un color muy claro), lúpulos británicos como East Kent Golding bastante presentes, acabado seco y alcohol en torno al 5% ABV. Algunas versiones aceptan el uso de adjuntos como semillas de cilantro o incluso algo de panela para incrementar alcohol sin aumentar el cuerpo.

Radler

La leyenda dice que en el verano de 1922 un hostelero alemán se vio abrumado por la cantidad de ciclistas que pararon en su establecimiento cercano a Múnich. Incapaz de atender la demanda de todos ellos, decidió mezclar las existencias que le quedaban con refresco de limón, dando origen a un estilo que va unido a la temporada estival.

Originalmente combinado con limonada, en la actualidad encontramos versiones con otros frutos como albaricoque o mango. Y sobre todo (bajo esta denominación) con zumo natural. Aunque realmente hemos visto que no hay realmente diferencias entre las Shandy, las Radler y las “Claras”.

Aprovecha estas cervezas de verano tomando por ejemplo esta Radler o esta otra Saison, y recuerda que aunque la sed apriete por el calor, siempre hay que consumir cerveza con moderación. ¡Bebe una pinta de agua para matar la sed y luego disfruta de tu buena birra!

Abridor Seta

¿Sabías que la levadura es un hongo? Pues sí, amigos, el microorganismo que se encarga de fabricar la cerveza (bueno, el alcohol y el gas y muchos de los sabores que en ella encontramos) es un ser vivo del reino Fungi. Igual que las setas.

Abridor Seta
Así que este abridor tan cuqui, además de dar un toque de color divertido a tu cocina, puede ser una excusa para que a la vez que le abres un botellín de cerveza a tus invitados, les cuentes más sobre nuestra amiga Saccharomyces cerevisiae y les introduzcas en el mundo de la levadura.

Eso sí, no todos los hongos son tan amigables. Porque el que genera la seta en las que se inspira este artilugio, la Amanita muscaria, es tóxica y alucinógena. Y para alterar nuestro estado de consciencia, a los cerveceros ya nos basta con el alcohol.

Así que mantente dentro de lo conocido, y si tienes ganas de explorar o experimentar, mejor ábrete una cerveza de uno de estos 10 estilos que seguramente no hayas probado. ¡Y así aprendes sin riesgos! ¡Y con menos vómitos y malestar!

Monk's Café Grand Cru

De la prolífica fábrica belga de Brouwerij Van Steenberge (que ya tiene unas cuantas cervezas reseñadas y catadas aquí en El Jardín, siendo la más famosa quizá la Gulden Draak) hoy os traemos una de las menos generalistas. ¿Por qué? Porque es ácida, y eso los paladares no acostumbrados lo identifican con “esta mala”.

Monk's Café Grand Cru
Se auto-identifica como “Flemish Sour Ale”, sin más datos. Pero en su contra-etiqueta cuenta (a ver si nos hemos aclarado, que no se entiende muy bien) que es una mezcla (blend) de cervezas Triple jóvenes y envejecidas hasta tres años en madera, y que justo antes de embotellar se mezcla con una “lager de alta fermentación” [sic] para alcanzar unos accesibles 5,5% vol.

En el color, de Triple no tiene nada. Será que la Lager es oscura, porque es de un granate oscuro, que sin una fuerte iluminación casi parece negro. La espuma de color hueso es compacta y abundante.

En nariz se notas olores frutales (como uva, cereza o grosella) junto con los producidos por el envejecimiento que nos recuerdan a vino y madera. En boca es predominantemente dulce, mucho caramelo, con un punto ácido también que le añade complejidad. Y sigue siendo muy frutal, cuesta creer que no tiene ninguna fruta añadida.

Como Roja de Flandes o como Oud Bruin (los estilos a los que más podría aproximarse) es una gran opción para introducir las cervezas ácidas sin que se nos arrugue la cara o los paladares. Y para pasar un rato buscando matices y sus orígenes.

“Mi opinión en un Tweet:” ¿Este es el café de los monjes? Nota: Notable alto.