Empieza a notarse la primavera y también empieza a notarse la influencia de nuestra Becaria del sur, que nos provee de cervezas artesanales de la zona. En este caso se trata de la cerveza Califa, elaborada en Córdoba, como cabe suponer con ese nombre. Esta fábrica de cerveza artesanal, de entrada, cuida su imagen, con etiquetas sencillas y con buena presencia.
La cerveza Rubia de Califa es, como su nombre bien indica, muy rubia, con tonos dorados y también algo turbia. Al servirla, hay que tener cuidado al final de no servir los posos, como indica su etiqueta, y genera una espuma muy blanca y esponjosa.
El olor que desprende es suave, como su sabor, con toques ligeramente a levadura. En general se trata de una cerveza muy equilibrada y fácil de beber, sin sobresaltos ni mucha persistencia en el paladar, perfecta para empezar a conocer a esta pequeña fábrica con un estilo de cerveza que suele agradar a la gran mayoría.
Se trata de una Blonde Ale para servir fresquita en copa y disfrutar de su ligero 4,8% de ABV bajo el sol primaveral de Córdoba (o de donde sea), cuando se digne a salir en este invierno tardío, y, a ser posible, acompañada de unas tapas, claro.
“Mi opinión en un Tweet:” Sabor suave y correcto que se queda un poco flojo al final. Nota: Suficiente.
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