1996: mientras que en España Aznar llega al poder y Leticia Sabater se afincaba en La2, en Escocia se clonaba a la oveja Dolly y se estrenaba Trainspotting, la adaptación cinematográfica del libro del irreverente escritor escoces Irvine Welsh.
Danny Boyle tradujo a imágenes el retrato de una generación en la periferia cultural, social, económica y geográfica, dando a conocer a actores hoy tan populares como Ewan Mc Gregor (conocido por interpretar a Obi Wan en las nuevas ediciones de Star Wars) o Robert Carlyle (Full Monty, 28 semanas después, La Playa…).
La escena que nos ocupa tiene lugar en un típico pub popular en lo que bien podría ser un sábado por la tarde. En torno a unas cuantas jarras de pinta tradicionales se juntan Renton, Spud, Sick Boy y Begbie, un tipo agresivo, presuntuoso y pendenciero. Mientras cuenta, cigarro en mano, una versión idealizada de sus hazañas para impresionar a la audiencia femenina el protagonista bebe con desgana una cerveza y al acabársela tira por encima de su hombro la jarra…
Desde El Jardín del Lúpulo reprobamos los comportamientos que usan el alcohol como excusa para dar salida a la agresividad. Tampoco apoyamos el consumo compulsivo de ninguna sustancia, y menos de cerveza -es para disfrutar, no compulsivamente-. Cuando bebáis, hacedlo con prudencia y disfrutando de ello sin molestar a los demás.
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