Cuando en los 80 el rescatador del estilo Witbier tuvo que vender la fábrica que hizo famosa a este estilo (Hoegaarden), aprovechó para emigrar a los USA y montar allí su propia fábrica y hacer su propia cerveza “blanca” con su nombre: Celis White.
En los 90 y los 2000 fue una cerveza muy premiada y reconocida, pero ahora es un estilo que ha quedado un poco sepultado bajo la avalancha de IPAs del mercado. Y es una pena, porque nos gustan mucho las Witbier como esta, de color pálido amarillento, anaranjado como un melocotón.
La espuma desaparece rápido, lamentablemente, pero el aroma a trigo permanece, con un toque persistente y potente a pan. En boca es dulce, con el cilantro y la naranja dando notas ácidas y frescas de contrapunto.
Si buscas una cerveza para beber en cantidad (tiene 5% ABV) y que refresque, saliéndote de las corrientes amargas y buscando un toque dulce, la Wibier de la receta original (esté hecha donde esté hecha) es un acierto seguro.
“Mi opinión en un Tweet:” Si la hizo un lechero y es “blanca”, debe de ser la leche. Nota: Notable.
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