Relato: Una cerveza, por favor

Varios de los autores del blog (por no decir todos) somos ávidos lectores y consumidores de literatura en general (prosa, ensayo, poesía, teatro, cómic…). Y ni que decir tiene que nos gusta escribir también. Es obvio. Escribimos aquí y allá, sobre cerveza. Pero también escribimos de otros temas. Y hasta hemos ganado algún premio que otro, editado un par de libros de poesía o aparecido en alguna antología.

Relato: Una cerveza, por favor
Pero también hay obras que hacemos que no ven la luz. Como esta que os queremos traer hoy, ya que tiene como temática la cerveza. Rodrigo Valdezate la presentó al XXII Certamen Literario de Relatos Cortos de la Asociación Literaria y Cultural "Café Compás" de Valladolid, al que se presentan en torno a 400 relatos y cuya temática este año era “Una cerveza, por favor”, pero no ha resultado seleccionada.

Así que, por aprovechar el texto, ya que nos parece bueno, queremos compartirlo con vosotros aquí, en este Jardín. Os dejamos el principio, y un enlace para descargar el relato corto completo, si queréis leerlo y ver cómo acaba. ¡Esperamos que os guste!

Una cerveza, por favor.


   –¡Me encanta! –digo tras dar el primer sorbo–. Parece que llevaba una eternidad sin beber una cerveza. ¡Qué rica está, por dios!
   –No creo que haya nadie aquí al que no le guste –contesta mi compañero de barra mirando alrededor mientras apura los últimos tragos de su jarra. Luego la deja en la superficie de mármol del mostrador, bien iluminada y bajo una luz cenital, donde parece quedar flotando sin tocar la barra. El líquido dorado que aún queda en el fondo resalta brillante, incluso frente al cristal de la vajilla o la superficie blanca sobre la que reposa.

  Me quedo mirando las marcas que ha ido dejando la espuma en la jarra. Anillos que cuentan el paso del tiempo entre cada trago como hacen los anillos de un árbol. Cada uno enmarcando una historia, un momento, un año de la vida, que avanza inexorablemente hacia el final. No sé si mi compañero de barra me sigue hablando, porque ensimismado en mis pensamientos voy retrotrayéndome a un tiempo en el que todavía no me gustaba la cerveza.

   Jugaba en el pueblo, recuerdo, un verano de hace muchos años. Aún demasiado crío para sentir atracción por aquellas cosas que luego ocuparían un lugar predominante en mi vida. Trabajo, bares, mujeres, sexo, alcohol. En ese momento lo que más me apasionaba era que había descubierto una ladera donde la arena era tan fina y brillante que parecía polvo de oro, y se deslizaba por la pendiente suavemente, creando corrientes iridiscentes amarillas y doradas.

   Cuando no estaba con los amigos yendo en bicicleta al río o cazando renacuajos, que abundaban en las charcas y en el pilón antiguo del pueblo, me gustaba ir a esa ladera. La mina secreta, la llamaba. Allí recogía las vetas más finas y delicadas de esa preciada arena, un tesoro que luego escondía en un agujero entre las zarzas.

   Quizá he recordado aquello ahora inspirado por el color dorado de la cerveza. Pero lo cierto es que fue aquel verano cuando la probé por primera vez. Tal vez sea por eso por lo que he revivido aquellas vivencias aquí, mientras bebemos en la barra de este bar tan absurdamente grande y luminoso, sobre todo comparado con los tugurios que he frecuentado durante toda mi vida, oscuros y borrosos como sus recuerdos.

(...)

Haz clic aquí para leer el relato “Una cerveza, por favor” completo.

2 comentarios:

  1. Felicidades Rodrigo, el relato tiene potencial, buena idea y desarrollo, algo desasosegante, quizá le falta lo que en queso se llama afinado o en símil cervecero que aciertes con el binomio malta-lúpulo.

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    1. Gracias por la valoración! La verdad es que estoy contento con el resultado, ya que a lo mejor hacía casi una década que no escribía ficción. Es muy mejorable, sin duda. Pero lo veo con el amor de un padre...

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