Vs. Cata comparativa de Cervezas "Madrileñas"

La batalla por Madrid va más allá de la arena política: en el sector cervecero varias marcas compiten por erigirse en la cerveza artesana de referencia de la capital. Este movimiento no es nuevo, y puede que recordéis una campaña de Mahou llena de rostros musicales confesando su pasión por esta lager y esa ciudad con frases como “Mahou es Madrid” (aunque otras iniciativas no salieron tan bien, como cuando apoyaron la capitalidad de Madrid para los JJOO).

Cata comparativa de Cervezas "Madrileñas"
En el sector craft tres grandes nombres se disputan ser el relevo artesano a esa cerveza fabricada en Alovera, y hoy vamos a comparar sus propuestas: Madrí (La Sagra Brew), una Pilsner de 5% de alcohol y 11.7 IBUS, que muestra en su etiqueta a un chulapo. Viejo Madrid (Cervezas La Cibeles), una Lager Helles de 4,5% de alcohol y 25 IBUS, que muestra en su etiqueta un paisaje de la ciudad. Y Madrid Lager (Cervezas La Virgen): Lager estilo Helles de 5,2% de alcohol y 22 IBUS, que solo muestra en su etiqueta el logo de la empresa.

En aspecto, las tres cervezas muestran un color pálido, con un EBC entre 8 y 12 donde la más clara con diferencia es Madrí y la más turbia y oscura Viejo Madrid. Las tres están muy bien carbonatadas, con una burbuja fina y persistente, mucho más abundante en Viejo Madrid que en las otras dos.

La espuma que muestran en la publicidad nada tiene que ver con la que realmente conseguimos en el vaso, en el caso de Madrid desaparece del todo a poco de servirla mientras que la de Viejo Madrid se mantiene bastante tiempo.

Tres cervezas artesanas "de Madrid"

En cuanto a la cata, el primer trago, con las cervezas frías (hay que pensar que están diseñadas para una venta más generalista) es sorprendentemente insípido, no se notan apenas aromas en nariz y los IBUS de amargor están tan solo al servicio de compensar el dulzor de la malta, pero no se les nota presencia ninguna.

A medida que las cervezas van cogiendo temperatura aparecen en los tres casos sabores más dulces y aromas a cereal siendo el más potente en el caso de Viejo Madrid. Mientras que la cerveza de La Virgen tiene un cuerpo demasiado ligero (bastante acuoso), la de Cibeles presenta una consistencia mucho mayor que las otras dos.

Si tuviéramos que elegir una nos quedaríamos con Viejo Madrid por su mayor cuerpo, sabor y apariencia (a pesar de ser la más turbia). Madrí de La Sagra gana con el tiempo que pasa en el vaso, mientras que la alternativa de La Virgen agradecería más contundencia en sabor, aroma y cuerpo, además de presentar un aspecto menos atractivo.

Queda claro que las tres se comercializan como alternativa a la cerveza de trago fácil y ese propósito lo consiguen perfectamente cuando están frías, pero nos cabe la duda de saber si el camino es hacer una cosa demasiado neutra al final.

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