Hacía mucho que no traíamos a las reseñas una cerveza de este estilo. Quizá porque ya no está tan de moda como lo estuvo hace una década, pero sabemos que sigue teniendo seguidores que lo añoran (y gente que no lo entiende, también). Pero la verdad es que juntar el color oscuro de las cervezas con cantidades altas de lúpulo es algo llamativo.
Luego, claro, viene la nomenclatura. La cervecera belga Verbeeck - Back - De Cock (con sus siglas VBDCK) pero más conocida con el nombre de su gama de cervezas Kerel (says it all) llama a este estilo “Dark IPA”, pero se han popularizado más como Black IPA (quizá es que esta no sea tan negra) o incluso como Cascadian Dark Ale.
Y es que es verdad que no es tan negra. Simplemente es de color rojizo, aunque profundo y apagado. Y la espuma hueso, pese a no ser muy abundante, es pegajosa y compacta, con una persistencia tirando a media.
Sí que tiene olores que nos traen el lúpulo a la nariz, como una IPA muy caramelosa. Y aunque es amarga, también lo es en gran parte por ese toque carameloso, y no solamente por los 54 IBU que tiene. Recuerda a las primeras artesanas que querían juntar en una birra ambos aspectos… ¡pero esta está bien hecha!
Tiene 6% vol. de alcohol, así que no está en la línea de las más potentes, pero se bebe agradablemente y puede ser un buen acompañamiento para los platos de cuchara que el frío nos va a traer a la mesa. ¡Así entras más rápido en calor!
“Mi opinión en un Tweet:” Aunque no sea negra, está bien. Nota: Notable bajo.
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