El marketing cervecero está cambiando

Decía Bob Dylan que más vale que te pongas a nadar o te hundirás como una piedra, porque los tiempos están cambiando. Y esto se aplica perfectamente al mundo de la publicidad cervecera (de la que últimamente hemos oído hablar bastante). Tomemos como ejemplo unas cerveceras de referencia en este país: Mahou, San Miguel, Voll Damm y Estrella Damm (sabemos que habrá gente que dirá que con cuatro nombres diferentes las referencias son de dos grupos de producción, pero para los efectos de esta recensión creemos que la selección es válida).

Si echamos la vista atrás (pero no mucho) a 2015 y recordamos los anuncios de estas cuatro marcas en televisión nos encontraremos con lo siguiente:

Mahou nos presentaba a una serie de felices famosos que incluían a Alaska, Dabiz Muñoz o Alejandro Sanz evocando los momentos únicos que han vivido con una Mahou en la mano. San Miguel nos contó una versión muy particular de la historia de su fábrica con una serie de señores que llevaban levadura cervecera desde Filipinas hasta España hace más de un siglo… mientras que salen mercadillos orientales y gente muy feliz. Voll Damm con la ayuda de Balagueró (es cierto que no en 2015 sino en 2014) nos presentó una serie de imágenes motivacionales de personas sudorosas y esforzadas con una cerveza como recompensa en el horizonte. Estrella Damm estaba inmerso en su campaña Mediterráneamente que mostraba a unos jóvenes diletantes (y forrados por el ritmo de vida que muestran) que pasaban tres meses en una nube alcohólica junto a una cala paradisíaca.

Apenas tres años después si consideramos la misma publicidad televisiva de las mismas marcas, nos encontramos con esto:

Mahou nos descubre la diferencia entre tanque y barrica y, en un gesto de humildad propio de un monje benedictino, agradece a toda una generación mezclada que les hayan transmitido la inspiración y actitud para iniciar una revolución que nos vuelve a métodos muy antiguos. San Miguel dedica 20 segundos de prime time para leernos una nota de cata sosa donde destacan los “ecos de cereales y lúpulos”, que es como decir que parece que tiene algo más de sabor que el agua con gas (pero tampoco mucho). Voll Damm lleva un tiempo usando a Luis Tosar para dar miedo y a un señor como alivio cómico y que nos explica que hay “cebada sólo de variedades puras” o que usan lúpulo Hallertau. Estrella Damm sigue promocionando la costa catalana, pero ahora nos pone a Chicote en primer plano para que, en una versión moderna del Cyrano de Bergerac, nos cuente una distopía de sulfitos, transgénicos y conservantes.

En estos años hemos perdido alegría y hemos ganado erudición en los anuncios; donde antes había grupos de personas reunidos en torno a una botella, ahora tenemos a una persona soltando vocablos técnicos que avalan nuestra decisión de compra. ¿Es fruto de la cerveza artesana, que les hace sombra y quieren competir con esa nueva tendencia? No lo tenemos tan claro, probablemente no sea más que una tendencia de marketing… aunque en el fondo puede que sea beneficiosa (aunque un poco más triste y con menos músicas molonas para nuestra sección). ¡Lo que está claro es que el contenido de la botella no ha cambiado tanto como la publicidad!

3 comentarios:

  1. Yo cambiaría el título " El marketing cervecero Industrial está cambiando" porque el artesano brilla por su ausencia...y así nos va, salvo mínimas excepciones existe un sector artesano en su cueva esperando que acuda la gente a comprarle....y eso no es así.

    No estaría de mas copiar lo bueno venga de donde venga.

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    1. Bueno, si no hay Marketing artesano, entonces si los industriales cambian, el 100% del marketing cambia.

      Pero sí, podían tomar ejemplo e invertir en publicidad. A las empresas "pequeñas" que lo han hecho (ej, Brewdog) no les ha ido mal.

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  2. Si el que sabe invertir en publicidad... siempre crece!!

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