Es de color cobrizo, profundo y limpio. La espuma de color hueso, eso sí, es escasa y de persistencia media-baja. Su burbuja fina dura poco (y es que esto pasa habitualmente en las cervezas muy alcohólicas). Desprende un aroma ahumado, a bizcocho borracho.;
Y sabe... ¡caliente! Da la sensación de no estar nada fría pese a haberla servido a unos 12ºC. Es dulce y alcohólica. Fuerte y alcohólica. Densa y alcohólica. Pero equilibrada y está rica. Golosa, sí, pero no empalaga. Quizá eso es una pega, porque uno solo se puede acabar la botella…
Así que para no acabar muy perjudicados, os recomendamos o bien compartirla, o si sois unos valientes como nosotros, acompañarla al menos de algún queso grasiento y fuerte o para finalizar alguna barbacoa en la que no faltasen viandas en abundancia.
“Mi opinión en un Tweet:” Si no puedes matar a los dragones, únete a ellos. Nota: Notable alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario