Escaneamos una de las etiquetas que teníamos en mente comentar desde hace algún tiempo para traer a esta sección en la que se juzga no si una etiqueta es bonita o una cerveza buena, sino si la información presentada al consumidor cumple las leyes que lo regulan. Y entra al juzgado la Iberian Doble IPA llamada Domus Iberus.
Está ilustrada con un ave bicéfala que no es el águila toledana, sino que tiene también al gallo portugués, dando explicación a su nombre. Eso y el estilo (y los IBUs por duplicado) ocupan gran parte del texto y del espacio. No hay mucho más escrito. ¿Cumplirá lo que se le pide?
Pues por lo pronto, de las cosas que son obligatorias siempre, aparecen bien grande el alcohol (y con las abreviaturas pertinentes, algo no tan habitual) y el volumen de venta. Pero la fecha de duración mínima solo va anunciada por algo que pone “Consumo preferente” y no por la frase que la ley estipula (en este caso, al no llevar el día sino solamente el mes, la de “antes del fin de:”). Además que todo esto debería estar en el mismo campo visual, y está en esquinas opuestas.
Y aunque la palabra “Cerveza” aparece hasta 3 veces en castellano y otras tantas en otros idiomas… con este alcohol es muy probable que la denominación de producto (según la norma de elaboración) debería ser “Cerveza Extra”. Lo que sí que viene es el domicilio social, aparte de la denominación de la empresa y el registro sanitario. Y la lista de ingredientes bien legible y con los alérgenos claramente destacados.
Otra pega menor (de la que podría haberse librado si la fecha incluyese el día) es que el lote al aparecer debe empezar por L. Pero se lo vamos a perdonar (entre comillas, porque no, va a bajar nota igual) porque tiene una cosa que siempre echamos en falta: las condiciones de almacenamiento.
La ley deja bien claro que si un alimento necesita unas condiciones de conservación dadas para alcanzar adecuadamente la fecha de duración mínima debe indicarlo su etiquetado. En este caso, esta cerveza necesita estar conservada alejada del sol y del calor, y en vertical. ¿Cómo todas, no? ¡Pues entonces todas deberían indicarlo!
Y además te da información extra sobre temperatura y copa de servicio, y datos sobre amargor (por duplicado, debe ser importante, jejeje) y color. Todo esto es bien agradecido, aunque en las IPA siempre nos gusta que informen también sobre variedades de lúpulo. Pero eso ya es cosa nuestra, no de la ley, claro.
Conclusión: Sin ninguna carencia importante pero con unos cuantos defectos de forma, nos compensa en cierta medida que haga cosas que pocas otras etiquetas hacen y que dé algo de información voluntaria. Nota sobre 10: 6.
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