Es, como promete ser una cerveza de tirada tipo lager, una rubia dorada-ambarina, limpia y brillante, que corona una espuma blanca y abundante, pegajosa, aunque de persistencia baja. De aspecto no está mal, entra por los ojos.
Pero por mucho que su nombre mencione el edificio de St. James’s Gate en el que almacenaban los lúpulos, estos no tienen demasiada presencia ni en aroma ni en sabor. Huele a cereal, paja y un poco a maíz cocido.
Y sabe dulzona, caramelosa, con cierta aspereza y alguna nota afrutada. Según su web lleva Galaxy, Topaz y Mosaic. ¡Vaya desperdicio! Ni se notan ni aportan mucho a su cuerpo leve y sus 5% ABV. Es a las Lager lo que la Guinness es a las Stout, pero sin aportar la fama.
“Mi opinión en un Tweet:” Vente al lado
No hay comentarios:
Publicar un comentario