Uno de los sabores que cuando le encontramos en la cerveza nos suele gustar es el ahumado. No es fácil, eso sí, ponerle en la cantidad adecuada para identificarlo con claridad pero que no se coma todo lo demás. Y en eso, la cervecera Schlenkerla sabe lo que hace.
Y es que, situada en Bamberg, Alemania, casi todas sus cervezas son (aparte de su otro estilo base), Rauchbiers (cervezas ahumadas). Están especializados en ello y la cervecera lleva desde 1866 bajo el control de la familia de Konrad Graser y su hijo Andreas (el que cojeaba y dio nombre a la marca y aspecto a su logo) y sus posteriores herederos.
La cerveza que hoy nos ocupa es una Kräusen (se llama así al borboteo y la espuma de la fermentación, pero también a una técnica que se usa en Alemania). Eso significa que se añade cerveza “verde” (sin fermentar) a una ya acabada, para que refermenten juntas. En este caso, se añade la Märzen Rauchbier a la Lager Helles.
El resultado es de color ámbar rojizo profundo, pero limpio. Con espuma de color hueso abundante y persistente. En el aroma combina el olor ahumado, como a chimenea abierta en el hogar, con el de grano y cereal. Y en boca es dulce aunque con equilibrio y presencia del caramelo y el ahumado, sin llegar al punto masticable de la original.
Y es que da esa sensación, con su 4,5% ABV, de que fuese una versión descafeinada de las verdaderas ahumadas. Y que queda mejor decir “Krausen” para mezclar dos lotes de diferentes cervezas y rebajar uno (o potenciar el otro) que hacerlo sin más.
“Mi opinión en un Tweet:” Si la rebajan no nos va a hacer ni toser ni cojear. Nota: Bien bajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario