Vamos a dejar un poco de lado los aromas que corresponden a defectos en la cerveza y retomar en esta sección cómo entrenar nuestro olfato para reconocer olores más agradables. ¿Y qué hay más agradable que el olor de unos pasteles así a media mañana?
En la cerveza, sobre todo en las de perfil más dulce, es posible encontrar aromas que nos recuerden claramente a este tipo de repostería, al combinarse los aromas que provienen de las reacciones de Maillard con otros de perfil meloso o cremoso, y combinados nos recuerdan a los pasteles.
Y ahora lo interesante: ¿Cómo podemos aprender a reconocer estos aromas en la cerveza? Pues es fácil: ponte fino a bollos. Ve a una pastelería y pide una bandeja de surtido. Y no los compartas con nadie, todos para ti con la excusa de que estás formándote y/o es un experimento científico.
Luego ve a buscar esos aromas en el mundo cervecero. Cervezas maltosas y levemente afrutadas son las que más probablemente lo tengan. Y te sirve para beber muchas diferentes la misma excusa, jejeje. ¡No la desaproveches!
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