Ya que tenemos que reseñar un poco, a petición vuestra, de las cerveceras (aparte de la cerveza), no podemos dejar sin comentar una de las Brouwerij belgas que mejor han cabalgado la fina línea entre los productos clásicos y los modernos: The Musketeers.
Fundada en 1999 por cuatro ingenieros, esta cerveza de la gama Troubadour (aunque con un poco más de alcohol, la bajaron porque era demasiado) fue con la que empezaron todo. Ahora han crecido un poco, obviamente. Pero esta cerveza no ha cambiado tanto.
Es dorada bien amarilla, coronada por espuma blanca. Mucha espuma blanca. Su aspecto jabonoso da la impresión de que están montando una fiesta de la espuma en tu copa. Por eso los belgas usan tulipas grandes como copa.
Y si es belga en la elaboración y la espuma, también lo es en aroma: especiado, frutal y levaduroso con un poco de deje metálico. Y el sabor tiene un vívido contraste entre el dulce de entrada y un amargor suave pero a la vez potente, sobre todo en duración.
Con 6,5% ABV (¡y eso que la habían bajado! ¡estos belgas…!) no va a ser una cerveza de diario, pero merece la pena probarla por la curiosa mezcla de sensaciones (y porque los belgas no solo hacen cervezas ácidas).
“Mi opinión en un Tweet:” Una “rubia” belga de contrastes. ¿Querrías conocerla? Nota: Bien alto.
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