Como el L'amère á Boire (Belvédère, 8). Heredera de la tendencia de Art Decó propia del barrio, esta cervecería ofrece un ambiente desenfadado y una oferta de 20 grifos. La selección es principalmente belga y aunque tienen de forma permanente referencias como Blanche de Namur la parte más atractiva de su oferta son las microcervecerías del país.
Como es habitual en las “brasseries” belgas además de los grifos la oferta en botella es inabarcable. Si estás saturado de los estilos belgas más tradicionales L’amere es el lugar para ver por donde se mueven las tendencias cerveceras independientes.
Sobre la gama de cervezas con ese nombre no extraña encontrar cinco referencias de Lambics en sus treinta grifos junto con una enorme variedad de estilos de productoras belgas. Además de la bebida y la comida Moeder tiene una colección de comics y libros cerveceros para leer mientras te tomas algo, ¿qué más podríamos pedir?
Si no te da tiempo a acercarte hasta su ubicación en Saint Gilles han abierto otro establecimiento en el centro a pocos metros del Manneken Piss con una oferta muy similar pero con una clientela más turística.
El ambiente es también joven y pensado para que pases un buen rato con juegos de mesa, videojuegos y libros cerveceros. Como en los anteriores, los grifos ofrecen una muestra de la tradición y las nuevas tendencias sobre todo de productores locales y con algunas referencias internacionales.
Así que, si estás en la zona sur de la capital de la Unión Europea y quieres tomar el pulso a su mundo cervecero, aprovecha para pasear por este barrio y hacer parada en alguno de estos tres establecimientos, los tres muy recomendables.
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