Aunque los de la gárgola de piedra (por su logotipo y su nombre) llamen a esta cerveza IPA, más bien debería ser Session IPA. Porque nos encontramos ante una cerveza que sólo tiene 4% vol., pero que para compensar viene en un formato de lata amigable, 355ml, de esos que te dan un poco más de lo que esperas, y no menos.
Sobre la marca Stone Brewing poco podemos añadir que no hayamos dicho ya: con origen en San Diego, USA, en 1996, tuvo una aventura europea en Berlín que posteriormente abandonaron. Ahora fabrican sus cervezas en ambas costas de los Estados Unidos (en Escondido, California y en Richmond, Virginia).
Esta cerveza que nos ocupa es, como ya hemos dicho, una IPA baja en alcohol. De color anaranjado oscuro, turbio y apagado, con partículas de levadura o sedimento en suspensión. Y encabezada por una espuma blanca jabonosa, fea, de persistencia baja.
Si bien el aspecto no es su punto fuerte, en el aroma lo compensa. El lúpulo tiene buena presencia, con notas cítricas, frutales y especiadas de la combinación de Mosaic y Citra. Y algo de presencia de las maltas. Está claro que esa es su mejor carta de presentación.
Porque luego en boca el sabor está desestructurado, con comienzo dulce y aguado y medio amargo y sedoso. Para luego quedar en un retrogusto corto e insuficiente. La idea de hace una cerveza que puedas beber de manera “interminable”, como la historia de Atreyu, es buena… pero tiene que ser interesante, o si no no repites.
“Mi opinión en un Tweet:” Como una roca vacía para el comepiedras. Nota: Suficiente raspado.
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