A ver, que un poco macarra e innecesario es este llavero que se basa en la munición de un AK47 a la que le han hecho una incisión para abrir cervezas (que no para transformarse en balas expansivas de punta hueca, gracias a dios). Pero en el fondo hay una pequeña parte en nosotros a la que les mola.
Esa parte que llevaba cinturones de pinchos y muñequeras de tachuelas. Chupas de cuero decoradas con los metales de los mecheros clipper caídos en combate. Chapas y pins por doquier, a cuál más provocativo y reivindicativo…
Esa parte contradictoria que lo mismo promulgaba “tanques sí, pero de cerveza” y “mili kk” pero que luego creía en la revolución y llevaba botas de estética militar… A esa parte le sigue gustando este llavero abridor de botellines.
¿No te pasa a ti? Si te pasa, tienes al fondo de la entrada los comentarios para el psicólogo mal, una especialidad médica de nuestro miembro fundador Quique, para trastornos de la mediana edad. Y si no te pasa, enhorabuena, pero seguro que en unos años te descubres taras peores… como echar de menos el reguetón o el indiepop…
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