La popular obra de J. R. R. Tolkien El Señor De los Anillos ha sido llevada al cine en un par de ocasiones, una vez en versión animada en 1978 y la archiconocida y premiada saga dirigida por Peter Jackson (Antes de eso conocido por hace películas como Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro, Mal Gusto o Criaturas celestiales) que se estrenó a partir de 2001.
Los Hobbits tienen una reputación de disfrutar de la comida y de la bebida y hay numerosas ocasiones en las que se muestran a la altura de su fama. Pero es innegable la influencia de la tradición inglesa en una escena que transcurre en la posada “El Pony Pisador”.
Buscando encontrar a Gandalf y perseguidos por los Nazgul, los habitantes de la comarca recalan en un establecimiento muy “pintoresco” y bullicioso donde conocerán a Trancos, Aragorn (o, para nosotros, Viggo Mortensen) y de paso darán un poco la nota.
Pero lo más destacable de esta escena es la sorpresa de Peregrin Tuk (alias Pippin) al comprobar que la cerveza se sirve en pintas, un formato seguramente mucho más grande que al que están habituados los hobbits. La felicidad por el descubrimiento va paralela a la imprudencia del pequeño bebedor. Pero… ¿a quién no le ha pasado al visitar otros lugares donde la costumbre es beber en formato mucho más grande y nos hemos dejado llevar por la emoción?
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