Si hay una marca que ha influido en el mundo cervecero moderno europeo es la escocesa Brewdog. Con una actitud iconoclasta e irreverente (que nos encanta) ha crecido de manera exponencial desde ser en 2007 un par de colegas con un perro hasta ser hoy en día una compañía participada por miles de personas, con varias ampliaciones de capital, bares por todo el mundo, fábrica en Ohio,EEUU (y en proyecto en Australia en 2020 y hasta en China quieren).
Pero si han llegado a lo que son es porque ganaron un concurso de cerveza de Tesco (una cadena de supermercados que la incluyó en sus lineales), lo que permitió impulsar sus ventas y su empresa. Y crecieron tanto que tuvieron que pasar de su Aberdeen natal a Ellon, donde tienen ahora la fábrica.
Una factoría del tamaño de una gran marca (como la de Fuller’s, por ejemplo), con un brewhouse de 300 hl y hasta 16 fermentadores masivos (de 300.000 pintas cada uno), siendo capaces de producir 28.000 botellas a la hora. Todo ello acompañado de un gran laboratorio (en el que trabajan más de 20 personas) y que les permite comprobar y catar cada lote 6 veces antes de sacarlo al mercado.
Pero no acaba ahí la cosa, también tiene una destilería (bajo la marca Lone Wolf) en el almacén y un edificio aparte que son sus instalaciones Overworks en las que han empezado a trabajar (y por eso nos invitaron a visitarlos) . Allí tienen ahora mismo fermentando en barricas 1.800 hl en un ambiente de temperatura y humedad controlados.
Roble francés, sobre todo. Pero también vino, oloroso, brandy… ¡Hay de todo! La media de maduración en las barricas es de ocho meses, tras lo cual las cervezas de fermentación mixta pasan a sistemas de solera o a ser mezcladas. Buscan tener una gama base, pero aún es pronto, ya que como quien dice acaban de ponerlas en funcionamiento a principios de 2018 -y con ello suman más de 600 personas trabajando entre las dos instalaciones de Ellon-.
En este edificio también tiene su propio laboratorio donde reproducen sus bacterias (con una zona fría para almacenar y una caliente para propagar). ¡Y hasta han hecho un enfriador abierto de cobre (al estilo de los usados para las Lambic) para intentar capturar sus propias levaduras espontáneas.
Vamos, que es una compañía inmensa, más grande de lo que puedas imaginar, capaz de producir 350.000 hl al año , y cuya visita nos dejó anonadados. No sabemos cómo será la visita estándar (ya que tuvimos la inmensa fortuna de ir en un viaje de prensa junto con otros escritores sobre cerveza internacionales, y de conocer en persona a James Watt y Martin Dickie), pero estamos seguros de que os dejará los ojos como platos y la boca abierta.
Y no si os estáis preguntando si merece la pena ir hasta allí sólo por eso, os decimos que en Escocia hay mucho que ver, desde ovejas a vacas con melenas pasando por un monstruo con lago propio. Y próximamente os contaremos qué hacer en los bares de Aberdeen, para que el acercaros no sea en vano.
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