La versión belga de las radler (dicho en tono de humor) son cervezas con frutas enteras (en este caso un 12% de cerezas ácidas) y con 8% ABV. Para los cánones de sus estilos, es algo ligero y refrescante. Pero nosotros recomendamos beberlo con calma y moderación.
Porque esta cerveza de color rojo muy oscuro e intenso, que está coronada por una espuma rojiza (rosa oscuro, apagado), no es ninguna broma. Es fuerte y potente y alcohólica. La pega es que aunque sabe a cerveza, no sabe demasiado.
Algo de malta hay ahí, pero destacan sobre todo los edulcorantes, el sirope de azúcar y la gran cantidad de cerezas que tiene, haciendo que sepa casi igual que uno de estos caramelos de cerveza, los Pikotas (¿los habéis probado?).
Lo que pone que lleva también es extracto de “black root”, que creemos que puede referirse a la “Raíz de Culver” y que no tenemos ni idea de qué puede aportar a la cerveza (¿beneficios a los trastornos del hígado y estreñimiento?). Si es así, podemos al menos afirmar que mal no nos ha hecho.
“Mi opinión en un Tweet:” Emborracharse a gominolas. El sueño húmedo de todo preadolescente. Nota: Bien bajo.
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