Juzgado de Etiquetas: DouGall’s Invierno

Vamos finalizando la inmersión temática navideña en las secciones del blog con el “Juzgado de Etiquetas” evaluando una cerveza clásica del panorama nacional (aquí tenéis una vídeo-reseña de 2013) y que es una cerveza sin mácula, aunque no podamos decir lo mismo de la etiqueta de la DouGall’s Invierno.

Juzgado de Etiquetas: DouGall’s Invierno

A ver, es una etiqueta que nos gusta mucho. Un gran diseño, imperecedero (no como las hojas del ciervo-árbol, perenne) y bonito. Sencillo y con mucho hueco para la información, como luego veremos. Pero con una interpretación laxa de la normativa sobre etiquetado.

Lo primero que hacemos siempre al evaluar una etiqueta es comprobar que las cuatro cosas que son siempre obligatorias estén, y en el mismo campo visual, como corresponde. Alcohol, cantidad, denominación de producto (según la norma del Real Decreto 678/2016, que es el vigente) y fecha de duración mínima.

En este caso están las cuatro, aunque repartidas a todo lo largo de la etiqueta (quizá incluso con fallos menores, como que esta cerveza con esa graduación es probable que su densidad inicial corresponda más bien con la denominación “Cerveza extra de Fabricación artesana”, y que a la fecha de consumo preferente, al llevar el día, le falta una “L” en “del”). Pero vamos, que se soluciona con juntarlas, porque estar, están.

Otras cosas obligatorias también están, como la razón social del fabricante y su domicilio (además del RGSAA) y otras no necesitan estar, como el lote, ya que la fecha incluye el día. Pero hay una cosa bastante importante que en parte nos gusta cómo está y en parte está fatal.

Y son los ingredientes. La legislación no obliga a poner lista de ingredientes, pero si se hace, deben tener los alérgenos destacados. Y aquí no los tiene. O, si la palabra “malta” está destacada, lo está igual que las demás. Vale que la información “friki” que da nos gusta mucho, conocer los tipos de malta y lúpulos… pero para cumplir al 100% la legislación debería ir como lista, con comas (y paréntesis si quieren explicar) y destacando los alérgenos de manera clara.

Porque es verdad que como información especializada, Dougall’s siempre se ha esforzado. Datos técnicos (IBUS y color), recomendaciones de servicio (vaso y temperatura) e incluso de maridaje. Echamos en falta solamente las condiciones de conservación. Vale que no son obligatorias salvo que necesite unas concretas para alcanzar la fecha de consumo preferente de forma adecuada, pero siempre se agradecen.

Conclusión: En fin, que es una etiqueta que nos gustó desde la primera vez que la vimos, pero que tras casi una década necesita una revisión formal, manteniendo su icónico dibujo y la limpieza en el diseño y aprovechando para corregir los errores y añadir todavía más información en los textos. Nota sobre 10: 6.

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