Quizá nos repetimos, pero en nuestra opinión esta marca es el ejemplo de que no es malo que una gran compañía te adquiera. Desde que un grupo de inversión de AB InBev adquirió a La Virgen, sus productos están mejor hechos y nos gustan más. Y un ejemplo es esta, su 360, una Pale Ale.
El olor es intenso a lúpulo nada más abrir la botella. No parecen haber escatimado demasiado. Y al servirla es bonita: dorada clara, pajiza y brillante. Con espuma blanca, esponjosa y persistente.
El sabor es amargo, con muchas notas tanto en boca como en nariz herbales y a marihuana. Aun así, es ligera y se bebe bien. Con 5,5% ABV parece estar diseñada para ser una alternativa Ale lupulada a la caña “normal”, sin más pretensiones pero con el objetivo cumplido.
Los formatos que hemos encontrado son muy variables: desde botellas de 25 cl a latas de 33 cl. Pero el que más nos ha gustado es el de pinta de 50 cl en la terraza de un bar con unas patatas fritas y cortezas como acompañamiento. Eso ya la acaba de redondear.
“Mi opinión en un Tweet:” Lo malo de dar giros de 360º es que acabas donde empezaste. Nota: Notable.
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