Que levante la mano el friki cervecero que no haya hecho nunca lo que dice esta camiseta. “I am silenty judging your beer selection”, o sea que “Estoy juzgando en silencio tu selección de cervezas”. Creo que todos podemos declararnos culpables.
Ir a un bar y pensar cosas como qué poca variedad tiene. O que pocas IPAs. O cuántas IPAs y qué poca cosa para los que no les guste el amargo. O criticar si todo es “crafty”. O pensar que qué lástima que no hay ninguna novedad pinchada. O al revés, que no hay nada que conozcas o tengas referencias.
Y no hace falta tener un título de juez (ni BJCP ni de derecho mercantil) para haber efectuado tales juicios en nuestra cabeza. Rara vez en voz alta al hostelero. Como mucho a un amigo. O luego en las redes sociales. ¡O incluso en un blog!
Pero la crítica inicial es silenciosa… en tu mente. Fustigando su selección con tu silencio. Seguro que incluso los más avezados se han atrevido a hacérselo al frigorífico de un amigo o familiar… ¡Por dios, cómo puede ser que sólo tenga Cruzcampo y Coronita!
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