De la casa belga de los enanitos (o el enanito, no tenemos claro si es el mismo o son varios, suena un poco especista pero es que nos parecen todos iguales) nos llega ahora una cerveza blanca. O sea, una cerveza de trigo, al estilo belga. Por eso lo de Blanche.
De esta marca, que pertenece a Duvel Moortgat, creo que hay poco más que podamos añadir que no hayamos dicho ya. Creemos que con esta tenemos comentadas la mayoría de sus recetas fijas. Y tal vez algún día os contemos cómo son sus instalaciones (que visitamos hace casi una década).
Pero de esta cerveza sí que podemos contaros que es una Witbier con semillas de cilantro y limón. Y que el color no es tan amarillo como te esperas, sino que tiende un poco a lo naranja. Pero con el tono turbio típico de las cervezas de trigo.
La espuma es blanca, abundante y persistente. El aroma es muy afrutado y especiado, y el sabor bastante más amargo y fuerte de lo que te esperas (o al menos de lo que nosotros esperábamos), con mucha presencia de las especias y los cítricos.
Pero está rica. Eso sí, dicha intensidad viene sustentada por una carga alcohólica mayor de lo habitual en el estilo, así que ojito que tiene 6,5% vol. y se hace notar porque su trago es bastante fácil y disimulado. ¡Puedes acabar hablando como el yeti!
“Mi opinión en un Tweet:” O acabar con un blancazo. Ojo de nuevo. Nota: Notable.
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