A nadie le disgusta la pizza. Es uno de los mejores inventos de la humanidad: una comida a base de tomate, queso y cosas varias y ricas, servida en su propio plato de crujiente masa de pan. Lo puedes trocear, repartir, compartir y comer sin necesidad de cubiertos.
Bueno, sí, necesitas dos herramientas imprescindibles: Algo con qué cortar las porciones en forma de quesitos del trivial, y algo con lo que abrir las cervezas con las que vayas a acompañar dicho manjar. Porque pizza+cerveza es un maridaje muy afortunado.
Por ello este abridor-cortador que incluye una rueda giratoria es ideal para tener siempre a mano en la cocina o donde estés. Te permitirá disfrutar de dos placeres en uno. Y la cerveza siempre sienta mejor si hay base (de pizza, jejeje) para asentarla.
Eso sí, ten cuidado no abras una shandy o la pizza tenga piña. Son cosas que visualmente parecen igual que las que están ricas… pero no. Esas hacen llorar a Michael Jackson (el escritor, no el cantante) y a Michelangelo (la tortuga ninja, no el artista renacentista).
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