En el País Vasco, para ser concretos desde Gordexola, Bizkaia, la panda de cerveceros juerguistas de Laugar hacen sus cervezas, de corte moderno y coloridas etiquetas en las que predominan los animales (con permiso de los zombies).
En esta ocasión, un bulldog (que parece sacado de una obra de Cassius Marcellus Coolidge) etiqueta la Kiskale, una Brown Ale que, como cabe esperar, es marrón, acompañada de una espuma hueso abundante y de persistencia media.
El aroma es a malta, chocolate, caramelo tostado y grano. En boca es intensa. A la vez amarga pero también dulce. Junto con todo lo antes descrito encontramos notas frutales que completan el trago y dan un resultado muy rico.
La pega es que no se le nota el alcohol. Y no tiene precisamente poco (se sube a los 7,3% ABV), por lo que emborracha sin que te des cuenta. ¡Y nos encanta beber, pero odiamos emborracharnos! Así que moderación, amigos…
“Mi opinión en un Tweet:” No es un farol. Me la bebería a cara perro. Nota: Notable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario