Por fin podréis encontrar ya en bares y tiendas (tanto en botella como en barril) la cerveza que ganó la sexta edición del Concurso Homebrewer, de entre las 167 inscritas. Como premio, fue elaborada de manera profesional por Arriaca en sus instalaciones de Guadalajara, con la colaboración de Carlos Toquero, autor de la receta (y ganador de la Botella de Oro del concurso) y la presencia de los convocantes. Y tras el periodo de maduración, ya está lista para beber.
Así que si tenéis suerte de encontrarla (no lo dejéis pasar, es una tirada limitada), podréis disfrutar de una birra ideal para esta época más fresca, ya que las Doppelbock son un estilo alemán de baja fermentación pero con mucho cuerpo, bastante maltosas y un pelín alcohólicas.
Y eso es lo que os encontraréis con la Cerrator (bautizada así por una zona de Castilla, junto con el sufijo –ator típico de las Doppelbock). Una cerveza de color oscuro, casi negro (pero no, es marrón rojizo muuuy profundo). La cabeza de espuma color beis claro es de volumen normal y persistencia media-baja.
El aroma que desprende es principalmente a malta tostada (lleva Munich y Vienna y tiene un poco de Special B y Chocolat) pero también a especias como la nuez moscada. El sabor es dulce, claramente, pero muy equilibrado por el tostado y el uso de lúpulos nobles europeos (Tettnang y Saaz, pero en cantidad moderada, no pasa de los 20 IBUs).
De cuerpo pleno y con personalidad, está también muy equilibrado su alcohol (tiene 7,7% ABV). Con lo cual hay que tener cuidado, porque se deja beber a pintas, pero puede que acabes como que te hubiesen arrollado dos cabras por encima. ¡No digas que no te lo advertimos cuando te las pidas, que sabemos que lo harás!
Nosotros tuvimos la suerte de poder bebernos dos a la vez, comparando con la “original”, ya que conservamos una botella del lote homebrewer que Carlos presentó al concurso. Esta, con el paso del tiempo, había evolucionado a ser más intensa y licorosa, con matices afrutados que la elaborada en Arriaca no tiene… pero que puede ser una buena pista de a donde evolucionará si la dejamos envejecer un poco.
En cualquier caso, es una cerveza adecuada para tomar sola o acompañada de asados, comidas agridulces, queso Camembert o tartas de fruta y chocolate. Y servir a unos 8 o 10 ºC en copa “pokal” (o flauta) o en jarra, depende de la cantidad, claro. ¡Y disfrutar! Porque una cerveza valorada con un sobresaliente por un jurado de expertos… ¡No se bebe todos los días!
“Mi opinión en un Tweet:” Tiran más dos cervezas que dos cabras. Nota: Sobresaliente.
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