Desde los Países Bajos nos llega esta cerveza, una American Barley Wine. El estilo más fuerte de los de la tradición inglesa, pero pasado por la óptica moderna de la tradición americana: más alcohol y más lúpulo, con 11,5% ABV y 70 IBUs (a base de Cascade y Citra).
De color marrón rojizo, turbio, meloso, la corona una espuma de color hueso, que es poco abundante y poco persistente. El olor es maltoso y alcohólico (como cabe esperar de una Barley Wine) sin mucha presencia del lúpulo; algo que no deja entrever el “American” del nombre.
El boca resulta alcohólica, demostrando bien su 11,5% ABV. De primeras resulta más amarga que dulce, siendo al final del trago más dulce que amarga… ¡y volviendo a dominar el amargor después, en el postgusto! La verdad es que es un vaivén en boca de caramelo, frutas pasas y demás…
Como los vaivenes que puedes dar tú después, con lo que calienta y raspa. Más te vale no tomarla en ayunas, sino con el estómago bien protegido. Y beberla despacito, que para disfrutarla es mejor no muy fría y en tragos pequeñitos.
“Mi opinión en un Tweet:” ¿Qué es? ¿Kees? “Hay luces de color…” Nota: Notable.
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