Los que no tengáis ni idea de surf, como los mesetarios aquí presentes como miembros fundadores de El Jardín del Lúpulo seguramente estéis pensando lo mismo que nosotros cuando nuestro amigo de vida insular nos pasó este abridor para comentarlo en el blog: ¡pero si esto no tiene nada que ver con el surf!
Esto es porque no sabéis que la parte aserrada es un peine para limpiar o rascar la parafina (que se usa para mejorar el agarre y evitar resbalones en la parte superior de la tabla). Y el extremo izquierdo es una llave de quillas, para poder ponerlas y quitarlas (las quillas son las “aletas” de la parte inferior, que se usan para dirigir la tabla).
Lo del medio… pues no creemos que haga falta explicaros para qué es, ¿no? Es lo más importante y útil. Sirve para refrescarse y mojarse por dentro. Cosa que ni el neopreno puede evitar. Y de cerveza rica y amarga, no salada como el agua del mar.
Y lo mejor es que eso podéis hacerlo tanto a la orilla del mar como a cientos de kilómetros tierra adentro, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, como dice el refrán. Os pondréis menos morenos, eso sí… o no, si echáis el rato en el patio o la terraza.
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