Dentro de las cervezas con poco alcohol y frutas podemos distinguir 3 corrientes imperantes en el mundo cervecero: las Fruit Lambic, cervezas ácidas de fermentación espontánea; las Radler, mezcla de cerveza y gaseosa con sabores o zumos, y las que tienen como base una cerveza de trigo. La que nos ocupa hoy, de Du Bocq, es de estas últimas.
Una Witbier (cerveza blanca de la tradición belga, con trigo crudo y especias) a la que se ha añadido un poco de zumo, que incluye el exprimido de frambuesas. Eso le da un color rosita a la cerveza, tiznando incluso la espuma de un rosa palo muy claro.
En aroma es corta, sin casi olores. Notas algo del carácter del trigo y un poco de frutas ácidas. En el sabor predomina el dulce, rozando lo empalagoso. Entre el dulzor del estilo de cerveza base y el de la fruta, cansa. Pero al menos no resulta demasiado artificial aunque sí un poco a mermelada.
La ventaja que tiene es que al final, si te gusta esto, resulta refrescante. Y sólo tiene 3,4% ABV. La pega es que no está diseñada para beber en cantidad ni para tener amplias posibilidades de maridaje (que son las cosas que cuadran con una cerveza de bajo alcohol que sea refrescante).
“Mi opinión en un Tweet:” Si la bebes con una Dubbel… ¿Es una tostada con mermelada? Nota: Suficiente.
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