Y esta cerveza es negra como la noche abisal. Coronada por una espuma beis rojiza de cantidad media y persistencia también media. El olor que desprende deja claro el cruce que tiene (rollo estrecho de Bering) entre el carácter a Russian Imperial Stout y los lúpulos americanos.
En el sabor se nota ese amargor lupulado pero sólo al principio. Luego recibes el embate del chocolate, el café y el regaliz, con un leve rastro ahumado. Pero sin embargo, resulta sedosa y persistente, además de limpia.
El alcohol, pese a tener 10,2% ABV, no resulta dominante. Está presente pero dejando disfrutar del viaje. Ojo que eso no quita que te acaba meciendo como si estuvieras montado en el Pequod en plena tempestad.
“Mi opinión en un Tweet:” Se te ponen
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