Ya sabéis que no dejamos de darle importancia a la búsqueda de cervezas sin alcohol cuyo sabor merezca la pena, y nos den la oportunidad de beber y disfrutar de nuestro amado líquido, pero sin los perjuicios que acompañan al consumo de alcohol. Y por eso bebemos tanta “sin” como se nos cruza, en busca de aquellas que podamos incluir entre las mejores cervezas sin alcohol.
La pega es que no es fácil. Y esta alemana, de Dinkelacker, no está entre las excepciones. Pese a que su color es bonito: dorado brillante y limpio. Pero la espuma ya revela un aspecto feo y una persistencia baja, no tan agradable.
Y aunque la primera impresión no es mala, con aroma a cereal y grano (no tan empalagoso como tras) y un sabor aparentemente equilibrado, en seguida destaca el dulce sobre el amargo y acaba cansando y sabiendo peor según coge temperatura.
Vale que no tiene alcohol (pone que es 0,0% ABV), pero tampoco es muy recomendable para disfrutar. Aun así, es más sabrosa y alimenticia que el agua y menos mala que un refresco, así que tampoco vamos a decir que no te la tomes si te apetece.
“Mi opinión en un Tweet:” Si borrachos habéis bebido cosas peores, sobrios podéis con esto. Nota: Suficiente bajo.
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