Juzgado de Etiquetas: Rabiosa Session IPA

Hacía más de un mes que no poníamos a trabajar a nuestros jueces y fiscales de las etiquetas de cerveza. Un descanso más que merecido tras la repercusión de su última sentencia (la opinión pública no siempre está de acuerdo con lo que la legislación manda, pero hay que acogerse a ella en términos legales y más con productos destinados al consumo humano). Nosotros ya dimos nuestra opinión, por supuesto.

Hoy traemos una que esperamos que traiga menos discusión y se acepte el fallo, ya que la nota final al menos es mejor (aunque no por ello esté libre de errores). Es la de la Rabiosa Session IPA con la que nos ponemos sin más dilación.
Juzgado de Etiquetas: Rabiosa Session IPA

Empezamos como siempre por el aspecto general, donde destaca una fotografía algo inquietante y “sucia”, llena de texturas y letras. Vale que va con la estética de la gama y expresa rabia, pero a una cerveza afrutada de bajo alcohol quizá le vendría mejor algo más “tranquilo”. Bueno, o no, si quieren evitar un público más “ligth” y apostar por los incorformistas, como pone. Bueno, al menos resulta llamativo. No está mal.

Veamos los datos que aporta en su contenido: empieza bien, con las cuatro cosas que tiene que tener en el mismo campo visual obligatoriamente todas correctas. ¡Genial! Denominación de producto (cerveza), alcohol (3,7% vol., bien indicado) y volumen (33 cl), y la fecha de duración mínima, bien legible, y que al llevar el mes va precedida de lo de “antes del fin de”.

Lo que falta es el lote empezando por L, porque estaría eximida de ponerlo si la fecha llevase el día, pero no es el caso. Y si lo lleva, tiene que empezar por L. Y no, no creemos que esté en orden “americano” porque eso sería doblemente ilícito (ya no valdría ni la fecha, que estaría mal puesta, ni el lote ni la frase introductoria).

También falta destacar los alérgenos en el listado de ingredientes, que por lo demás parece correcto. Es cierto que justo debajo pone “Contiene Gluten”, pero eso no exime de destacar los que aparezcan en el listado. Ni serviría con eso solo (ya que lo correcto si prescindes de la lista de ingredientes, que las bebidas alcohólicas tienen permiso para hacerlo, es poner “Contiene Malta de Cebada”, o sea indicar el ingrediente que causa la alergia, no el alérgeno en sí).

Lo que aparece bien es el domicilio social y la empresa productora (Mica), con lo cual lo que es obligatorio sin discusión ya está solventado y revisado. Pero también es obligatorio poner las condiciones de conservación si estas son necesarias para que alcance en condiciones su fecha de duración mínima. Y sinceramente, creemos que las necesitará, siendo una cerveza de 3,7% ABV con lúpulos aromáticos si tiene que llegar “viva” hasta verano de 2023 (casi dos años desde que la adquirimos tenía, optimistamente).

Esto de las fechas de consumo preferente da para mucha discusión sobre el método bajo el que el productor las decide, pero al menos habrá que hacer el esfuerzo de indicar cómo alcanzarlas cuando sean tan largas. ¿Qué menos que un “Conservar en lugar fresco y seco, protegido de la luz”?

Tenemos eso sí algo de información extra, de la que nos gusta porque ayuda a divulgar la cultura cervecera. Indica los IBUs y el color en EBC. Además una pequeña nota de cata (esto o el “cíclope” es algo muy agradecido en la decisión de compra) organoléptica. Pero no pone ni vaso ni temperatura recomendada o qué lúpulos y maltas ha usado (que son otras de nuestras cosas favoritas).

Conclusión: Nos gusta el cambio de diseño frente a las anteriores de la gama y contiene algo de información extra, pero hay que corregir los fallos que tiene, haciendo especial hincapié en los que pueden hacer que el consumidor se encuentre la cerveza en mal estado. Nota sobre 10: 7.

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