Hace años pudimos probar esta cerveza alemana. Allí, gracias a su marca propietaria, el grupo Radeberger, muchos supermercados incluyeron una estantería de refrigerados con esta gama de cervezas “artesanas” y otras que distribuían como Mikkeller o Firestone USA. Imagino que es una cosa de esas que nos encanta ver en los supermercados de otros países pero que no nos gusta que las grandes lo hagan aquí.
La cosa es que esta cerveza ahora se ve por España. Y nos parece bien, porque es una Brown Ale con un toque moderno, americano. Un estilo del que no abundan muchas (aunque preferiríamos que abundasen las de toque clásico e inglés, que se ven todavía menos).
El color rojizo, rubí brillante y la espuma beis claro (ni abundante ni muy persistente) sí que son típicos. Pero la presencia de lúpulo (Mosaic, East Kent Golding, Hallertauer Mittelfrüh y Magnum) dando aparte del perfil maltoso y carameloso uno amargo y con notas especiadas, herbales y a pino… pues ya no tanto.
Pero tampoco es un despiporre. Es una cerveza de 5,0% ABV que está pensada para no asustar, dando un toque de sabores más potentes pero sin abuso. Eso sí, no decepciona en absoluto, aunque quizá cuesta demasiado para lo que da.
“Mi opinión en un Tweet:” -¿Brown Ale? -Pues br-ale. -¿En serio? Nota: Bien bajo.
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